lunes, 25 de abril de 2011

La mujer que no conocía el miedo


Por primera vez científicos han logrado demostrar cómo una región del cerebro, llamada amígdala, es fundamental para provocar el miedo en el ser humano.
Los investigadores de la Universidad de Iowa, Estados Unidos, describen el caso de una mujer cuya amígdala -una estructura parecida a una almendra en el cerebro- quedó destruida por causa de una enfermedad.
Los científicos observaron como la paciente -sólo identificada como SM- era incapaz de responder a estímulos de miedo ante víboras, arañas, películas de terror e incluso situaciones en las que su vida había estado en peligro.
Esto confirma, dicen los expertos en la publicación Current Biology, que la amígdala es esencial para provocar un estado de temor en el ser humano.
El avance, agregan, podría conducir a mejores tratamientos para el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y otros trastornos de ansiedad.
Proceso de emociones
Desde hace unos 50 años los estudios han demostrado que la amígdala -ubicada en la profundidad del lóbulo temporal- es la encargada del procesamiento de las reacciones emocionales, incluido el miedo.
Pero hasta ahora esos estudios sólo habían sido llevados a cabo con animales, desde ratas hasta monos.
Ahora, por primera vez, se logró confirmar en un ser humano.
"La naturaleza del miedo está basada en la supervivencia y la amígdala nos ayuda a mantenernos vivos al evitar situaciones, personas u objetos que puedan poner nuestra vida en peligro", explica el doctor Justin Feinstein, quien dirigió el estudio.
"Debido a que SM no tiene la amígdala, también carece de la capacidad para detectar y evitar el peligro en el mundo. Es realmente extraordinario que todavía esté viva", agrega el científico.
Los investigadores llevaron a cabo estudios durante varios años con la paciente. Confirmaron que era incapaz de reconocer el temor en expresiones faciales, pero hasta antes de este trabajo no se sabía si era capaz de experimentar por sí misma esta emoción.
Respuestas
Para comprobarlo, el doctor Feinstein y su equipo observaron y registraron las respuestas de la mujer al exponerla a víboras y arañas (dos de los animales más comúnmente temidos). También la evaluaron mirando películas de terror y durante una visita a una "casa embrujada".
Se midió cómo la paciente experimentaba el miedo con una serie de cuestionarios estándar que analizan diversos aspectos del temor y que van desde el miedo a la muerte hasta el temor a hablar en público.
Además, durante un período de tres meses se sometió a SM a un "diario de emociones" computarizado, en el cual debía calificar al azar su nivel de miedo en distintos momentos del día.
En todos los escenarios -dicen los autores- la paciente no logró experimentar temor.
"Y al hablar de sus experiencias pasadas, describió cómo había enfrentado numerosos eventos traumáticos que habían amenazado su misma existencia y, sin embargo, tal como informó, no le habían provocado miedo", agregan los expertos.
Según el doctor Feinsten, estos resultados sugieren que la amígdala humana es un área fundamental del cerebro para provocar un estado de miedo.
"Aunque la paciente es capaz de experimentar otras emociones, como felicidad y tristeza, es incapaz de sentir temor".
"Esto sugiere que el cerebro está organizado de tal forma que una región específica -la amígdala- se especializa en el procesamiento de una emoción específica: el miedo".
Apagar la amígdala
Los científicos creen que este hallazgo podría conducir a nuevos tratamientos o mecanismos que logren "apagar" la amígdala de forma segura y no invasiva para pacientes que sufren trastornos como el de estrés postraumático.
Estas terapias podrían ayudar, por ejemplo, a veteranos de guerra que sufren de TEPT y cuyas vidas se ven controladas por un miedo constantemente presente en su vida.
A diferencia de estos individuos, afirma el doctor Feinstein, la paciente de este estudio "es inmune a esos estados de miedo y no muestra síntomas de estrés postraumático".
"Es imposible que los horrores de la vida penetren en su núcleo emocional. En esencia, los eventos traumáticos no dejan una huella emocional en su cerebro".
El científico agrega que "con el entendimiento de la forma como el cerebro procesa el miedo en casos como el de SM, algún día quizás podremos crear tratamientos dirigidos de forma selectiva a las áreas del cerebro que permiten que el miedo gobierne nuestras vidas".
 Tomado de la BBC

Las píldoras placebo "sí funcionan"


Durante años se ha pensado que los placebos -las medicinas que no tienen ingrediente activo y se utilizan en los ensayos clínicos para comprobar los efectos de nuevos medicamentos- sólo funcionaban con el "pensamiento positivo" del paciente.
Es decir, la persona comienza a sentirse mejor porque piensa que está tomando un fármaco real.
Pero ahora una nueva investigación realizada en Estados Unidos parece poner en duda esta afirmación.
Los científicos de la Escuela Médica de Harvard y el Centro Médico Diaconsa Beth Israel les dieron píldoras placebo a pacientes con síndrome del intestino irritable y les dijeron lo que estaban tomando.
La mayoría de las personas evaluadas -dice el estudio publicado en Public Library of Science - PLoS One (Biblioteca Pública de Ciencia)- comenzaron a sentirse mejor, a pesar que sabían que sus tabletas no contenían ingredientes activos.
Más que la mente
Los resultados, afirman los científicos, sugieren que el "efecto placebo" parece involucrar mucho más que el pensamiento positivo del paciente y podría ser mucho más importante de lo que se pensaba hasta ahora.
En el estudio participaron 80 pacientes con síndrome del intestino irritable, cuyos síntomas incluyen inflamación y dolor abdominal, diarrea y estreñimiento.
La mitad de los individuos recibieron un placebo dos veces a la semana durante 21 días y los médicos les advirtieron que los fármacos eran falsos.
La otra mitad no recibió ningún tratamiento.
Al final de la investigación, 59% de los pacientes que tomaron placebo dijeron que sus síntomas habían mejorado. Sólo 35% del otro grupo notó mejorías.
El profesor Ted Kaptchuk, quien dirigió el estudio, afirma: "No sólo establecimos con absoluta claridad que estas píldoras no tenían ingrediente activo y que estaban hechas de sustancias inertes, sino que también colocamos una etiqueta con la palabra 'placebo' en las botellas del fámaco".
"Les dijimos a los pacientes que no tenían que creer en el efecto placebo. Sólo debían tomar las píldoras", añade.
En el pasado, experimentos han mostrado que los placebos pueden tener efectos sorprendentes en el paciente debido al impacto del "pensamiento positivo" y a la creencia de que se trata de un medicamento real.
El poder del ritual médico
De hecho, la forma en la que los pacientes responden a los placebos ha llevado a que algunos médicos los receten sin que sus pacientes sospechen de qué se trata.
Un estudio efectuado en Estados Unidos calcula que hasta 50% de los facultativos de ese país han llegado a recetar a placebos alguna vez.
En la nueva investigación, los voluntarios aceptaron participar en lo que los científicos llamaron "un estudio novedoso de control de la mente y el cuerpo".
Aunque este nombre pudo haber sugestionado a los participantes a mostrarse más "abiertos" a los tratamientos, los científicos creen que los resultados muestran la importancia del "ritual médico".
"Nos quedamos sorprendidos por los resultados", explica a la BBC el profesor Kaptchuk.
"No sabíamos lo que iba a ocurrir, pero al parecer basta con llevar a cabo el ritual médico -especialmente en el contexto de una relación compasiva de médico y paciente- para poder lograr una mejoría", dice el científico.
"Aun cuando el paciente no es engañado y se le hace saber que está tomando un fármaco falso".
Los científicos subrayan que el estudio fue muy pequeño y que los resultados deben confirmarse con investigaciones más amplias.
"Pero aún así -dice el doctor Kaptchuik- estos resultados muestran que, más que el simple pensamiento positivo, podría haber un beneficio importante en la sola relación entre médico y paciente".
"Quizás el hecho de que el paciente se sienta apoyado, de que su médico lo escuche, de que sienta que cuenta con un testigo compasivo, son factores poderosos en la forma como nos recuperamos de una enfermedad".
"Ésta es sólo la prueba de principio y ahora tendremos que estudiarlo más a fondo. Pero estamos planteando una pregunta importante: ¿además de los fármacos, la cirugía y de otros procedimientos, podemos utilizar sólo el ritual médico para ayudar a las personas a mejorarse?", concluye el investigador.
 Tomado de la BBC



El tabaco causa daño en minutos, según los expertos


Una investigación llevada a cabo en Estados Unidos concluyó que el tabaco empieza a causar daño a los pocos minutos de ser consumido en lugar de al cabo de años, como se pensaba.
El estudio, publicado en Chemical Research in Toxicology, muestra que los productos químicos que causan el cáncer se forman rápidamente después de fumar.
Los científicos responsables del estudio en pequeña escala dijeron que los resultados son una clara advertencia a la gente que piensa empezar a fumar.
La institución de beneficencia contra el tabaco Ash, de Estados Unidos, describió el estudio como "espeluznante" y señaló que pone de manifiesto que nunca es demasiado temprano para dejar el hábito.
Los estragos del tabaco a largo plazo, desde las enfermedades cardíacas a todo tipo de cánceres, son bien conocidos. Esta investigación indica que el daño comienza sólo momentos después de fumar el primer cigarrillo.
Más rápido de lo que uno cree
Los expertos examinaron el nivel de compuestos químicos vinculados al cáncer, hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH, por su sigla en inglés) en 12 pacientes.
Se agregó un PAH a los cigarrillos de los sujetos, que entonces fue modificado por el cuerpo y se convirtió en otro producto químico que daña el ADN y que ha sido ligado al cáncer.
El estudio demostró que este proceso sólo necesita entre 15 y 30 minutos para producirse.
El profesor Stephen Hecht, de la Universidad de Minnesota, dijo: "Este estudio es único, es el primero en investigar el metabolismo humano de un PAH específicamente producido en la inhalación de humo de cigarrillo, sin interferencia de otras fuentes de exposición, tales como la contaminación del aire o la dieta.
"Los resultados entregados aquí deberían servir para todo aquel que esté pensando en fumar cigarrillos", señaló Hecht.
Martin Dockrell, director de política e investigación en Ash expresó: "Casi todo el mundo está al corriente de que el tabaco puede producir cáncer de pulmón".
"Lo espeluznante del asunto es que este estudio demuestra cuán temprano comienzan los primeros estados del proceso, no en 30 años, sino en 30 minutos de un solo cigarrillo para cada sujeto del estudio", aseguró.
El estudio fue financiado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Según lo que escriben para la BBC, Becky Brown y Marianne Promberger, investigadoras del Centro para los Estudios de los Incentivos en Salud del Reino Unido, los responsables de diseñar las políticas de los gobiernos están comenzando a mostrar interés en el potencial de los incentivos para ayudar a abordar asuntos de salud pública como la adicción al tabaco.
 Tomado de la BBC

¿Existe un genio en cada uno de nosotros?



¿De dónde provienen las habilidades atléticas y artísticas? Con frases como "músico dotado", "atleta natural" e "inteligencia innata", desde hace tiempo hemos asumido que el talento es un atributo genético que algunos de nosotros tenemos y otros no.
Pero nuevos estudios científicos sugieren que la fuente de las habilidades es mucho más interesante y hasta improvisada. Resulta ser que todo lo que somos proviene de un proceso evolutivo de desarrollo y ello incluye lo que obtenemos de nuestros genes.
Un siglo atrás, los genetistas consideraban a los genes como actores autómatas que repetían eternamente las mismas líneas exactamente de la misma manera, y la mayor parte del público está aún sujeto a esta idea. Sin embargo en años recientes, ha habido una dramática mejoría en el entendimiento de lo que es la herencia.
Ahora los científicos saben que los genes interactúan con su entorno, activándose y desactivándose continuamente. En efecto, los mismos genes tienen diferentes efectos dependiendo a quién le estén hablando.
Genes + circunstancias
"No existen los factores genéticos que puedan ser estudiados independientemente de su ambiente", dice Michael Meaney, profesor en la Universidad de McGill en Canadá.
"Y no hay factores ambientales que puedan ser estudiados independientemente de su genoma. (Un atributo) emerge solamente de la interacción del gen y del ambiente".
Ello significa que todo acerca de nosotros - nuestra personalidad, inteligencia y habilidades- es realmente determinado por la vida que llevamos. La noción misma de "innato" ya no se sostiene.
"En cada caso, cada individuo comienza su vida con la capacidad de desarrollarse de varias formas distintivamente diferentes", afirma Patrick Bateson, biólogo de la Universidad de Cambridge.
"Como si fuera una rocola: el individuo tiene el potencial de tocar un sinnúmero de diferentes melodías evolutivas. Cada melodía particular de desarrollo que es tocada es seleccionada por el entorno en el cual el individuo esta creciendo".
¿Significa esto que los genes no importan?
No es así. Somos todos diferentes y tenemos teóricamente diferentes tipos de potencial. Yo nunca habría podido ser Cristiano Ronaldo (futbolista). Sólo un pequeño Cristiano Ronaldo tenía la posibilidad de convertirse en el Cristiano Ronaldo que conocemos.
Pero debemos entender que Ronaldo podría haber sido una persona completamente diferente, reconocido por habilidades diferentes. Su magnificencia en el fútbol no estaba tallada en piedra.
Condenados
Este nuevo paradigma de desarrollo evolutivo es difícil de asimilar, considerando cuanto esfuerzo se ha puesto en persuadirnos de que cada uno de nosotros heredó una cantidad específica de inteligencia y que la mayoría de nosotros estamos condenados a ser mediocres.
La noción de grado fijo de IQ ha estado con nosotros por ya casi un siglo. Con todo y eso, el inventor original del test de IQ, Alfred Binet, tenía una opinión contrapuesta, y la ciencia ahora se demuestra a favor de Binet.
"La inteligencia representa un set de competencias en desarrollo", afirmó Robert Stemberg de la Universidad de Tuffs en Estados Unidos, en el año 2005 luego de varias décadas de estudio.
Los investigadores del talento, Mihaly Csikszentmihalyi, Kevin Rathunde y Samuel Whalen concuerdan con esta afirmación.
"Personas con un alto récord académico no necesariamente han nacido más 'inteligentes' que otras", escriben en su libro Adolescentes Talentosos. "Pero trabajan más duro y desarrollan mayor autodisciplina".
James Flynn, de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda, ha documentado cómo los puntajes de IQ han aumentado sostenidamente a lo largo de los siglos, lo cual, tras cuidadoso análisis, adscribe a la sofisticación cultural. En otras palabras, nos hemos vuelto más listos a medida que nuestra cultura nos ha refinado intelectualmente.
Más que eso, Carol Dweck, de la Universidad de Stanford en Estados Unidos, ha demostrado que los estudiantes que entienden que la inteligencia es maleable y no está prefijada, son mucho más ambiciosos intelectualmente y exitosos.
La misma dinámica se aplica al talento. Esto explica por qué los número uno -nadadores, ciclistas, jugadores de ajedrez, violinistas y demás- son mucho más habilidosos de lo que fueron en generaciones anteriores.
Todas estas habilidades son dependientes en un lento proceso incremental en el cual varias microculturas han descubierto como perfeccionarse. Hasta hace poco, la naturaleza de este perfeccionamiento era meramente intuitiva pero invisible a los científicos y otros observadores.
Flexible y maleable
Pero en los últimos años, ha emergido un nuevo campo de "estudios de la pericia", liderados por el psicólogo Anders Ericsson de la Universidad Estatal de Florida, y está documentando ingeniosamente los recursos y métodos de tales pequeños progresos incrementales.
De a poco, están logrando entender mejor cómo las diferentes actitudes, estilos de enseñanza y tipos precisos de prácticas y ejercicios hacen avanzar a las personas hacia diferentes caminos.
¿Tiene un niño el potencial de desarrollarse en un atleta de clase mundial, un músico virtuoso, o un brillante científico ganador del premio Nobel?
Sería insensato sugerir que cualquiera puede literalmente hacer o transformarse en cualquier tipo de cosa. Pero la nueva ciencia nos muestra que es igualmente imprudente pensar que la mediocridad está cimentada en la mayoría de nosotros, o que cualquiera de nosotros puede conocer sus verdaderos límites antes de haber aplicado numerosos recursos e invertido una vasta cantidad de tiempo.
Nuestras habilidades no están genéticamente predeterminadas. Son flexibles y maleables, incluso en la edad adulta. Con humildad, esperanza y con extraordinaria determinación, grandeza es algo a lo que cualquier niño -de cualquier edad- puede aspirar.
Tomado de la BBC

¿Ser fiel es ser "evolucionado"?



Los hombres que engañan a sus esposas o novias suelen tener menor coeficiente intelectual, según un estudio publicado en la revista especializada Social Psychology Quarterly
De acuerdo con el autor del estudio, el especialista en psicología evolutiva de laLondon School of Economics Satoshi Kanazawa, "los hombres inteligentes son más propensos a valorar la exclusividad sexual".
Según el especialista, los hombres que se identifican como liberales, ateos y fieles poseen unos coeficientes intelectuales más altos que los que se definen como creyentes e infieles.
Según la investigación, Kanazawa confirma que "las personas inteligentes son menos propensas a creer en Dios o tienen puntos de vista conservadores".
Kanazawa analizó dos grandes bases de datos estadounidenses: el estudio nacional longitudinal de salud adolescente y la encuesta general social, que miden actitudes sociales y el coeficiente intelectual de adolescentes y adultos.
Al cruzar los datos de ambas investigaciones, el autor observó que las personas que daban importancia a la fidelidad sexual en una relación tenían coeficiente más alto.
Evolución
Kanazawa fue más lejos todavía y dijo que otra conclusión de su estudio es que el comportamiento "fiel" del hombre más inteligente sería una señal de la evolución de la especie.
Su teoría se basa en el concepto de que a lo largo de la historia de la evolución, los hombre siempre fueron "relativamente polígamos" y que eso está cambiando.
Para Kanazawa, asumir una relación monogámica supone una "novedad evolutiva", en oposición al hombre primitivo, que era propenso a la promiscuidad.
Según este razonamiento, las personas más inteligentes tienen a adoptar prácticas más nuevas, por lo tanto, serían "más evolucionadas".
El autor señala que eso se debe a que las personas más inteligentes serían más abiertas a nuevas ideas y se cuestionarían más los dogmas.
Sin embargo, según Kanazawa estos resultados no se aplican a las mujeres ya que ellas siempre fueron relativamente monógamas y por lo tanto esto no supone una evolución.
Tomado de la BBc

Chocolate: "bueno" para la presión y el corazón


El chocolate podría reducir la presión arterial y prevenir las enfermedades cardíacas, pero sólo si so le ingiere en pequeñas cantidades.
La conclusión la plantea un estudio realizado a más de 19.000 personas, publicado en elEuropean Heart Journal.
La investigación descubrió que aquellos que ingieren media barra de chocolate a la semana registraban una presión arterial más baja. En los mismo individuos también se comprobó un riesgo 39% menor de sufrir ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Quienes hacen campaña contra el chocolate advierten que es dañino debido a que posee muchas calorías y grasas saturadas.
La metodología
El estudio evaluó durante ocho años a hombres y mujeres de mediana edad y comparó sus niveles de consumo de chocolate. El análisis comparó el estado de salud de quienes comían más y menor chocolate.
La diferencia en el consumo de estos dos grupos era de apenas seis gramos al día, equivalente a un cuadradito de chocolate.
El director del estudio, el doctor Brian Buijsse, del Instituto Alemán de Nutrición Humana, dijo: "Nuestra hipótesis era que, debido a que el chocolate parece tener un pronunciado efecto positivo sobre la presión arterial, el consumo de chocolate reduciría el riesgo de derrames cerebrales y ataques cardíacos, con un mayor efecto en lo relativo a los derrames cerebrales".
Esto es lo que encontró el estudio: aquellos que comían más chocolate redujeron el riesgo de infartos en cerca de un cuarto y en casi la mitad el peligro de derrame cerebral, comparado con aquellos que ingerían menos.
Razones del corazón
Sin embargo, el doctor Buijsse advirtió que era importante que la gente se asegurara de que la ingestión de chocolate no redujera el consumo de alimentos saludables.
"Pequeñas cantidades de chocolate pueden ayudar a prevenir enfermedades cardíacas, pero sólo si reemplazan a otros alimentos de altas calorías para mantener un peso estable", explicó.
Los investigadores creen que los flavonoides de la cocoa pueden ser la razón de que el chocolate sea beneficioso para la presión arterial y la salud del corazón.
Y dado que hay más cocoa en el chocolate amargo, éste puede tener un efecto saludable mayor.
Sólo un cuadrado al día
Organizaciones dedicadas a la salud cardíaca suelen afirmar que el chocolate es dañino si se lo come en exceso.
Victoria Taylor, dietista de la Fundación Británica del Corazón, comentó: "El nuevo estudio parece el sueño dorado del amante del chocolate, pero es importante que se lea con atención".
"Las cantidades ingeridas, en promedio, por el mayor de los consumidores de chocolate era equivalente a un cuadrado al día, de modo que los beneficios están asociados con una pequeña cantidad."
"Algunos se sentirán tentados a comer más de un cuadrado. Sin embargo, el chocolate tiene grandes cantidades de calorías y grasas saturadas, las que están vinculadas al exceso de peso y a un alto nivel del colesterol, dos factores clave de la enfermedad cardíaca".
Tomado de la BBC

domingo, 24 de abril de 2011

Videojuegos de acción "te hacen más decisivo"


A diferencia de lo que muchos creen, no todo es negativo en lo que se refiere a los videojuegos de acción, que son a menudo violentos.
Según un estudio llevado a cabo en Estados Unidos, los videojuegos de ritmo vertiginoso, esos que requieren destreza y respuestas rápidas por parte los jugadores, mejoran las capacidades cerebrales.
Y no sólo se trata de "aprender a disparar a lo loco", dicen los investigadores de la Universidad de Rochester, en Nueva York.
"La evidencia muestra que estos jugadores son mejores al tomar decisiones más rápidas y precisas que quienes usan otros juegos de video", señala el estudio publicado en Current Biology.
Capacidad cognitiva
Los investigadores llevaron a cabo una serie de pruebas para medir si el uso regular de juegos de video de alta velocidad tenía algún impacto sobre las capacidades cognitivas de los usuarios.
En el estudio participaron docenas de jóvenes de entre 18 y 25 años, que no eran jugadores regulares de videojuegos, y que fueron divididos en dos grupos.
Al primer grupo se le pidió que jugara videojuegos "cargados de adrenalina", comoCall of Duty 2 y Unreal Turnament, en los que el usuario es un personaje más en los escenarios virtuales que involucran enfrentamientos y tiroteos de principio a fin.
El segundo grupo jugó The Simms 2, uno de los llamados "videojuegos de estrategia", que son más calmados y que simulan el ritmo normal de la vida diaria.
Después de 50 horas de juego, se sometió a ambos grupos a una serie de pruebas para medir su capacidad de toma de decisiones.
En las pruebas, diseñadas por los investigadores, los participantes tenían que mirar una pantalla, analizar lo que estaba ocurriendo y responder a una pregunta simple sobre esas escenas, lo más rápido posible.
Para asegurarse de que las pruebas no sólo estaban midiendo la percepción visual, los participantes también tuvieron que completar una tarea análoga que era puramente auditiva.
Los investigadores descubrieron que los que habían usado los videojuegos de acción, tomaron decisiones 25% más rápidas que los del otro grupo.
Y los primeros pudieron responder 25% más respuestas correctas que los usuarios del juego de estrategia.
"No sólo se trató de que los jugadores de acción tenían más capacidad de 'disparar a lo loco' y ser menos precisos: demostraron que eran más precisos y más rápidos que los otros jugadores", dijo Daphne Bavelier, quien dirigió el estudio.
"Los usuarios de videojuegos de acción tomaron más decisiones correctas por cada unidad de tiempo", agregó.
"Si tú eres un cirujano y estás en medio de un campo de batalla, la decisión que tomes puede marcar una enorme diferencia".
Inferencia de probabilidades
La gente toma decisiones basada en las probabilidades que constantemente calcula y refina en su cabeza, explicó la investigadora.
En este proceso, llamado inferencia de probabilidades, el cerebro continuamente acumula pequeñas piezas de información visual o auditiva a medida que la persona inspecciona una escena, y eventualmente reúne suficientes datos para llegar a lo que cree es una decisión correcta.
Los científicos creen que los cerebros de los usuarios de videojuegos de acción son "recolectores" más eficientes de información auditiva y visual, y por lo tanto pueden llegar a obtener el límite necesario de información que se requiere para tomar una decisión correcta mucho más rápidamente.
"Las decisiones nunca son en negro y blanco", dijo Daphne Bavelier.
"El cerebro está siempre computando probabilidades. Cuando conducimos, por ejemplo, quizás percibimos un movimiento en el lado derecho, calculamos que estamos en el curso de colisión y basados en esa probabilidad tomamos una decisión binaria: frenar o no frenar".
Aunque los investigadores no saben exactamente qué es lo que ocurre a nivel neuronal cuando la gente juega un videojuego de acción, los resultados del estudio demuestran que no se trata de una capacidad inherente del individuo que suele usar estos juegos.
"No es que estos videojuegos atraigan más a la gente que tiene una supervisión o una atención extraordinaria al detalle", aclaró Bavelier.
"Quienes no usan videojuegos y se ven forzados a jugarlos durante 50 horas, también se vuelven mejores para tomar decisiones informadas", agregó.
Tomado de la BBC

Falta de sueño es dañina en jóvenes


Irse a la cama más temprano protege a los adolescentes y los hace menos propensos a sufrir de depresión y experimentar pensamientos suicidas, sugiere un nuevo estudio.
Una investigación estadounidense realizada con adolescentes de entre 12 y 18 años de edad, encontró que aquellos que se acostaban a dormir después de las 12 de la noche tenían un 24% más de probabilidades de deprimirse que aquellos que se iban a la cama antes de las diez de la noche.
Y los jóvenes que dormían menos de cinco horas tenían un 71% más de riesgo de desarrollar depresión que aquellos que lo hacían por ocho horas, informó la publicación Sleep.
Se calcula que unos 80.000 niños y adolescentes en el Reino Unido sufren de depresión.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 20 años, la depresión se convertirá en la enfermedad que más padecerán los seres humanos, superando al cáncer y los trastornos cardiovasculares.
Los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia en Nueva York, analizaron los datos de 15.500 adolescentes recopilados durante la década de 1990.
Uno de cada 15 de ellos estaba deprimido.
Además de ser más proclives a sufrir de depresión, aquellos que se acostaban después de la medianoche tras la orden de sus padres eran 20% más propensos a pensar en el suicidio que aquellos cuya hora de dormir era las 10 de la noche o más temprano.
Se estima que aquellos que durmieron más de cinco horas de sueño durante la noche tenían un 48% más de riesgo de desarrollar pensamientos suicidas en comparación con aquellos que durmieron ocho horas.
Los adolescentes que informaron que "por lo general duermen suficiente" tendían a deprimirse en un 65% menos.
La depresión y los pensamientos suicidas fueron más comunes en las jovencitas y en aquellos que tuvieron una percepción de baja autoestima en torno a cuánto los padres se interesaban por ellos.
La mayoría de los padres de los adolescentes en el estudio fijaron como hora de dormir las diez de la noche como máximo.
Un cuarto de ellos la fijó a las 12 de la noche o después de esa hora.
El jefe del estudio, el doctor James Gangwisch, indicó que aunque era posible que a los jóvenes con depresión les costara dormir, el hecho de que el establecimiento de horarios de sueño por parte de los padres estaba vinculado a la depresión, sugiere que la falta de sueño de alguna forma respalda el desarrollo de la condición.
Gangwish señaló que la falta de sueño podría afectar las respuestas emocionales del cerebro y conducir a la melancolía que a su vez, entorpece la habilidad para hacer frente al estrés cotidiano.
Esta melancolía podría afectar el juicio, la concentración y el control de los impulsos.
Ejercicio regular
"Una calidad de sueño adecuada podría por lo tanto ser una medida preventiva y un tratamiento en contra de la depresión", añadió.
Por su parte, Sarah Brennan, directora ejecutiva de la organzación de caridad para la salud mental en el Reino Unido YoungMinds, afirmó: "Dormir lo suficiente, comer bien y hacer ejercicio de forma regular son esenciales para tener una vida emocionalmente saludable".
"Dar información a los padres sobre cómo cuidar el organismo por ejemplo, durmiendo suficientes horas, además de buscar ayuda si están preocupados sobre sus hijos permitirá enfrentar los problemas de manera temprana y evitará el desarrollo de condiciones mentales serias como la depresión", concluyó.
 Tomado de la BBC

"El que duerme más, estudia mejor"


Un estudio llevado a cabo en Estados Unidos concluye que los estudiantes adolescentes mejorarían significativamente su motivación y su atención si sus clases comenzaran más tarde.
El experimento se llevó a cabo con 200 alumnos de una escuela secundaria a los que se les concedió 30 minutos más de sueño, al retrasar el inicio de la jornada escolar hasta las 08.30 horas.
Después de los cambios, el número de alumnos que decían sentirse infelices o deprimidos descendió un 30%, el de los que experimentaban molestia e irritación cayó un 25% y el de quienes sentían cansancio se redujo un 30%.
En el estudio publicado en la revista Archivos de Pediatría y Medicina Adolescente, los autores abogan por un retraso en los horarios de entrada de los adolescentes a la escuela.
El cambio de horario que los investigadores aplicaron al internado St. George's School, en Rhode Island, en el noreste de EE.UU. ya ha sido experimentado por un reducido número de escuelas del país.
Sueño profundo
Investigaciones previas habían indicado que los ciclos de sueño se retrasan hasta dos horas con la llegada de la adolescencia y que lo ideal es que los estudiantes de esta edad duerman entre nueve y nueve horas y cuarto, según el periodista especializado en ciencia de la BBC Eric Camara.
Los autores del estudio apuntan en la revista que aunque parezca poco tiempo, un retraso de 30 minutos puede tener un gran impacto. Explicaron que los adolescentes están en la fase de sueño más profundo al amanecer, justo en el momento en que se levantan para ir a clase.
Interrumpir el sueño en ese momento les causa somnolencia durante horas, en especial si se tiene en cuenta que también tienen problemas para dormir antes de las 23.00 horas, señalaron.
Un editorial publicado en la revista afirma que "una cantidad creciente de estudios demuestran que cambiar los horarios de las escuelas de secundaria sería bueno para los adolescentes".
Los autores del estudio reconocen, sin embargo, que aplicar el cambio en los centros escolares tiene la dificultad de compatibilizar el nuevo horario con la jornada laboral de los padres, un problema que no presentaba el internado objeto del experimento.
Tomado de la BBC

La clave de la belleza: el buen sueño


La idea de que la gente necesita su "sueño reparador" para verse bien no es un mito, según lo comprobó un estudio llevado a cabo por científicos en Suecia.
Los investigadores verificaron que la gente privada de sueño durante largos períodos se ve menos atractiva y menos saludable que los individuos que lograron obtener un buen descanso.
En el estudio, llevado a cabo por científicos del Instituto Karolinska en Estocolmo, se fotografió a varios voluntarios después de dormir ocho horas y nuevamente después de mantenerse 31 horas despiertos.
En la investigación se excluyó a individuos fumadores y no se permitió que los participantes tomaran alcohol durante los dos días previos al experimento.
Un grupo de observadores analizó después las fotografías y los que fueron privados de sueño fueron calificados como menos saludables y menos atractivos, señala el estudio publicado en British Medical Journal (Revista Médica Británica).
Evidencia científica
El concepto de la belleza y las percepciones de lo que es atractivo y saludable son factores bien conocidos.
Pero según los investigadores, hasta ahora no se había obtenido evidencia científica que lo comprobara.
En el estudio se reclutó a observadores no entrenados para que calificaran los rostros de 23 jóvenes, hombres y mujeres de entre 18 y 31 años, a quienes se fotografió entre las 2 y las 3 de la mañana en dos ocasiones.
La primera vez fueron fotografiados después de un sueño normal y la segunda después de mantenerse despiertos durante un largo período.
Las fotografías fueron estandarizadas, con los individuos ubicados a la misma distancia de la cámara, las mujeres sin maquillaje, los hombres rasurados y todos con la misma expresión facial, relajada y neutral.
Los 65 observadores -que desconocían el estatus de sueño o vigilia de los participantes- calificaron las imágenes de acuerdo a su atractivo y si los individuos se veían saludables, no saludables, cansados o no cansados.
Los que se habían mantenido despiertos fueron calificados como menos saludables, menos atractivos y más cansados que los que habían descansado bien.
Los autores concluyen que las señales faciales de la gente privada de sueño tienen un efecto en la apariencia facial y en el juicio de lo atractivo, lo saludable y lo cansado.
Los investigadores creen que los resultados podrían ser útiles en un contexto médico, ya que podrían ayudar a los doctores a detectar signos de mala salud entre sus pacientes.
Agregan que estos resultados son importantes en una sociedad como la actual donde cada vez más personas sufren trastornos de sueño y falta de descanso.
 Tomado de la BBC




La ciencia del amor… y el desamor


Cómo olvidar las mariposas en el estómago de una primera cita… O la cantidad de cosas aburridas que estoicamente se han soportado por la persona amada… Ayudar a erizos a cruzar las calles para que no los atropelle un auto o ir a ver "Sex and the City 2" son un par de ejemplos, pero seguramente usted ya recordó algunos propios.
¿Y qué tal cuando descubrió que su pareja estaba interesado (a) en otra persona? Los efectos del alcohol se sentían todavía 48 horas después, ¿cierto? ¿Y cuando le dijeron: "no eres tu, soy yo"? ¿Cuántos kilos perdió? ¿Con qué maquiavélico plan coqueteó para vengarse?
Son reacciones naturales en esas circunstancias. Pero, ¿por qué nos comportamos de esa manera? ¿Qué pasa en nuestro cuerpo en esos momentos? ¿Es algo social y contemporáneo? ¿O se trata de un proceso biológico ancestral?
"Enamorarse apasionadamente es algo que va mucho más allá de un sentimiento. No se trata únicamente de un instinto básico, es un proceso cognitivo, intelectual y sofisticado", afirma, en conversación con BBC Mundo, Stephanie Ortigue, neuropsicóloga de la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos, quien se especializa en ciencia cognoscitiva, electrodinámica cerebral y relaciones interpersonales.
Helen Fisher, antropóloga de la Universidad de Rutgers en EE.UU., señala que en la atracción romántica actúan tres factores: el impulso sexual, los sentimientos de apego profundo y el amor romántico, que se manifiestan con "unas ansias intensas de lograr una conexión emocional que va más allá de una relación sexual, una fuerte motivación para conquistar a la persona que te atrae y que se convierte en obsesión".
Cuestión de química
"Generalmente la persona se enamora de alguien que se parece a sí mismo, que comparte su religión, valores e intereses, que tiene un nivel educativo y una apariencia similar y proviene del mismo entorno socioeconómico", le dice a BBC Mundo la antropóloga, quien se dedica al estudio de la sexualidad humana y la formación de lazos entre parejas.
No obstante, argumenta Fisher, hay cuatro "personalidades biológicas" que determinan por qué unas personas se sienten atraídas a otras; es lo que se conoce como química entre una pareja.
La primera "personalidad biológica" incluye a gente que tiene altos niveles de dopamina, que se caracteriza por ser creativa, curiosa, arriesgada, energética, espontánea y flexible. Estos se sienten atraídos por quienes posen las mismas particularidades.
La segunda está integrada por aquellos que son sociables, tranquilos, ordenados, meticulosos, prudentes, tradicionales, que siguen las reglas y respetan la autoridad, lo que indica que poseen mucha serotonina. Ellos se fijarán en individuos que exhiban los mismos rasgos.
"Sin embargo, en las últimas dos, en las que predominan elevadas cantidades de testosterona o de estrógeno, ocurre lo contrario. Al primer grupo se le identifica porque son directos, decisivos, tercos, analíticos, escépticos y buenos con los números. Al segundo por ser idealistas, emotivos, intuitivos, dulces, fácil de tratar y buenos para comunicarse con los demás", señala Fisher.
Así, quienes tienen mucha testosterona buscarán a quienes tienen mucho estrógeno. Y viceversa.
¿La clave del éxito en una relación?
Según la neuropsicóloga Ortigue, el área del cerebro que se encuentra sobre la oreja izquierda juega un papel crucial en el proceso de enamoramiento, pues allí se forma la imagen que la persona tiene de sí misma.
"Si alguien tiene baja autoestima o algún tipo de distorsión en cómo se percibe, probablemente terminará envuelta en relaciones amorosas negativas. Desórdenes como la anorexia, por ejemplo, reflejan como la persona maneja sus relaciones sentimentales. Por eso, quienes se quejan de no poder encontrar a su 'media naranja' deberían trabajar para mejorar lo que creen de sí mismas".
La psicóloga también comenta que el éxito de una relación amorosa tiene mucho que ver con la conexión íntima –no sexual necesariamente- y personal que se comparte.
"Cuando sientes que tu pareja te complementa y te hace ser una mejor persona, el amor crece. Pero en el momento en que crees que ya no puedes aprender más de él/ella, o piensas que ya sabes todo lo que tiene que ver con ese individuo, pierdes interés".
Y eso puede conducir a la infidelidad. "Buscas entonces a alguien que empiece a preguntar cosas interesantes de ti y viceversa. Te sientes atraído hacia esa persona, pero es un truco de tu cerebro porque en realidad tu motivación es seguir creciendo personalmente", indica Ortigue.
Cuando las cosas no salen bien…
La rabia, el dolor y el aislamiento se apoderan del individuo cuándo se siente traicionado porque pierde una parte de sí mismo.
"Fuimos diseñados para establecer lazos y es muy hiriente que estos se rompan porque la persona en quien confiaste y en quien creíste te falló", dice John Cacioppo, director del Centro para la Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago en EE.UU., quien durante 20 años ha estudiado los efectos de la soledad y las relaciones interpersonales.
Es entonces que en el cerebro se activan las áreas del dolor, y las mismas zonas involucradas en el dolor físico se manifiestan cuando la persona experimenta dolor emocional o social.
"Cuando la persona se siente sola –física o emocionalmente- se deprime, sufre de insomnio, se estresa, puede experimentar un aumento en su presión sanguínea y afectar la respuesta de su sistema inmunológico. En el largo plazo puede incluso afectar su capacidad cognitiva".
El proceso es muy similar cuando las personas son rechazadas o cuando se separan. Estudios realizados sobre el tema indican que las mismas áreas del cerebro que se activan cuando la persona se enamora, y que generan adicción y ansías desesperadas de estar con alguien, muestran actividad.
Esto quiere decir que, además del dolor que genera la situación, el sujeto sigue sintiendo una intensa fijación por quien no le corresponde.
"Las sensaciones que se experimentan en esos casos son muy fuertes y no desaparecen con rapidez. Las personas están heridas y quieren herir a otros, por eso no es nada agradable estar cerca de ellas. Los individuos se deprimen y se aíslan, y eso se vuelve contagioso", explica Cacioppo.
Del Australopithecus al siglo XXI
Todos estos procesos mentales y emocionales ocurren inconscientemente. Los síntomas que la gente experimenta obedecen a que el cerebro se pone en estado de alerta porque se siente amenazado.
"Para nuestros ancestros, el peligro estaba en que solos no podían sobrevivir al ataque de depredadores en medio de la selva en la noche, por ejemplo. Por eso el cerebro desarrolló sistemas de protección como la imposibilidad de dormir corrido y profundo. Estos mecanismos permanecen en el cerebro en la actualidad, sólo que se activan por otras razones, como la soledad", afirma Cacioppo.
Fisher coincide con lo que ambos describen como "tiempo evolutivo". "El proceso mental que se activa cuando una persona se enamora es extremadamente poderoso, evolucionó hace millones de años y es importante porque permite que el individuo concentre sus energías en la pareja de apareamiento más conveniente".
La antropóloga señala que la prueba de que nuestro comportamiento actual es como el de nuestros ancestros es que las áreas que se activan cuando una persona se siente atraída hacia otra están debajo de la corteza cerebral más reciente que desarrolló el ser humano y es una de las más profundas en el cerebro.
Ambos especialistas señalan que, además, los procesos que han estudiado y les han permitido llegar a estas conclusiones están presentes en otros mamíferos.
Después de todo esto, al parecer en el amor hay mucha más ciencia de lo que se piensa.
Tomado de la BBC